jueves, marzo 18, 2010

Una lluvia

Una vez había
una lluvía así
no fue hace mucho
estábamos corriendo
por una calle
y vimos un toldo
nos sentamos
a mirar el agua
carretear como vertiente oxidada
por esa venecia de canje de revistas.

Era una lluvia como ésta
violenta y caprichosa
mientras charlábamos
cada vez más cerca uno
del otro
recordé otra toldería
donde pasé una mañana
me hice la rata
en segundo año
para no hacer la prueba de
esa materia que desconocía
fueron varias horas
de anarquía adoelscente
con mi culo mojado en la vereda del lugar donde venden autopiezas
en esa ciudad
a la que, por alguna razón,
volvemos siempre.

"El toldo es la libertad"
pensé al mirar
tus ojos en continuo asombro,
la pequeña luna que rueda
por la hamaca paraguaya
y tu voz, como relámpagos
diciendo que hay un clima complicado
en la atmósfera del río.

Ahora miro otra lluvia
tan anónima como
esta noche cualquiera
del barrio de Boedo
(donde vamos a volver)
y pienso
en salir a buscar un toldo
recortarlo
y usarlo de frazada
para irme a ese lugar
donde me esperan los sueños.




Archivo del Blog