miércoles, abril 28, 2010

Ironman 2



Las mujeres que me gustan
aquellas con las que compartiría algo más que una charla sobre vaguedades
o un cortés beso en la mejilla
insisten que chatiemos, que nos cambiemos figuritas
una es una ventana ocasional
la otra un punto rojo en mi casilla de mail
aquella de más allá, un direct message de twitter
otra es un blog
otra es un cambio de links en fakebook
y a mí, adonde voy
me rodea un charco de sangre espesa
que todos los caminantes pisan.

Escucho a Lennon
no a él, sino a la representación de él, o sea, su canción
-ni siquiera a su disco, sino a la representación de su disco
en mi emepetrés-
me dice cosas que quedan dando vuelta
se vuelven mi representación de él
y entonces digo "escucho a Lennon"
y él se me caga de la risa.

Mis amigos,
no, ellos están pensando
en la cuota del auto, en la cuota de la tele
en sus trabajos o en sus otros amigos
ellos también son parte de todo este
clonazepam sin circo.

Matías será mi caja negra, si
pero es lo único real en mi vida
al menos puedo encontrarlo a la noche
cuando todo el mundo está durmiendo
hablamos sobre ir el jueves
a ver Ironman 2
Ironman, el hombre de hierro
suena bien,
es una buena cosa para ir a hacer juntos
en estos días donde
bien me vendría un superpoder
no la telepatía, ni la superfuerza
(esos ya lo tienen ellas)
sino la teletransportación
que me permita conseguir
lo que tanto me cuesta:
pensar en otro ser humano
y tenerlo a mi lado.



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